domingo, 1 de mayo de 2011

Ni estabas, ni estarás

Dime dónde estabas cuando la ansiedad me ahogaba,

cuando cada pensamiento provocaba arcadas

y tembablaba cada poro de mi piel

sin nadie que me abrazara y me dijera:

"tranquilo todo irá bien".

Tu no estubiste allí, no viste mi mitad triste, ni mis despites,

no fuiste muro contra los empistes

del desprecio, del cansancio y del prejuicio,

Hoy solo me ampara mi sacrificio









Dicen que a través de las palabras el dolor se hace más tangible,

que podemos mirarlo como a una criatura oscura,

tanto más ajena a nosotros, cuando más cerca la sentimos.


Nach (L