Free Travel To The Past

Eso es lo que sos: un viaje gratis al pasado.
Podés pasar de amiga a peor enemiga en segundos. 
Sos una permanente arma de doble filo. 
Me levás para sin esfuerzo alguno estrellarme contra el piso hasta el sexto subsuelo.
Por eso era... sí, por eso era que dejé de escucharte. 
Cómo puede ser que te sea TAN endemoniadamente fácil? Cómo podés hacerme viajar tanto con solo oírte por un instante?


Vivo parada frente a la tumba de mis recuerdos enterrados. 
Los cercanos, los lejanos, y sobre todo... los dolorosos. Esos que sé que están, pero que no quiero recordar.
Ahí yacen todos... pero no es problema, están ahí y no tienen poder sobre mí. 
Hasta que llegás vos.
Un sólo play alcanza para que les des todo el poder que necesitan para revivir y salir de nuevo a la luz. Las imágenes, los recuerdos, los sentimientos se corporalizan a su merced para enfrentarme sin importar cuanto intente correr la mirada. 
Con tan poco hacés tanto. Sólo son necesarias las primeras notas y listo, comenzó el viaje... 
Un viaje sin boleto de regreso... 


Que difícil es volver a encontrarme con alguna de esas canciones... Cada una me lleva a un lugar que tenía escondido de mí misma.
Pero sabés cuál es el mayor problema? Que el masoquismo es adictivo... 


Hasta que aparecen las otras...
Incontable es la lista que no puedo ni quiero volver a escuchar, y cada vez se alarga más...
Cómo puede ser que las mismas canciones que en su momento me llegaron y llenaron por identificarme o simplemente por tener las palabras justas, ahora pasen a destrozarme por dentro? 
Intento... intento volver a hacerlo porque sé cuánto me encantaban, pero no... no puedo. No llego ni a la mitad que ya estoy eliminándolas del reproductor para no pasar de nuevo por esto.
Y así veo morir canciones que amaba... artistas que me llegaban al alma... todos van cayendo uno a uno a esa tumba que sigue creciendo cada vez más, con el dolor que implica dejarlos atrás. 
Ahí se van a quedar... hasta que un próximo play aleatorio me juegue otra mala pasada.



Y todo por eso... por ese puto viaje gratis al pasado. 









Y sabés que es lo más doloroso que lográs hacer conmigo, querida música?
Es cuando elegís una canción de esa otra lista... Esa pequeña y tan odiosamente eficaz lista.
Esa de la cual ya no puedo reponerme, por más tierra que tire sobre la tumba.
Esa lista de canciones... esas que bailé llorando.